Caen las hojas al blanco vapor
Nos arrastran…
Sostenidos por la piel
…Parece que es amor.
Se agita el compás
Se detiene el tiempo
Soledad compartida
Que entumece lo externo
Un mirar equivocado
A un celaje de locos
Un paso en falso
Tropezamos…
Nos atajó la lujuria,
Nos arrebataron los ojos…
Gastamos las horas
En artes oscuras
El sol nos calienta
Y la luna nos tienta
…Tan solo un par de figuras.
Sumergidos nos ven pasar
Visión de piedra caliza
Al subir a su péndola
De lejos los vemos llorar.
Florecen las raíces
Enredadas al mar
Ya acarician los remos
La corriente más incierta…
A dónde iremos a dar?
El signo se quedó atrás
Ha perdido su maleta…
Te siento en el horario
Que sin piedad me rasga
Tu beso está cerca
La impaciencia lo dilata
Llega la posesión
Se desprende mi designio
Busca refugio en tu latido
El alivio de tu dominio…
Tu canto bebe mi llanto
Mi aliento recorre tus paredes
Placeres masoquistas…
La carne con que me agredes.
La rama me besa la frente
Mientras te eriza la espalda
Rueda la inconsciencia…
Ahora el peso del céfiro
Me empuja hacia tu vientre.
Años encima nos miran
La delicia de nuestro desorden
Mientras brotan silenciosos
Lamentos de ámbar que aspiran
Con gotas de savia perennes…
Dejamos el rastro rojo
Bajo la sombra de anillos verdes.
Nos arrastran…
Sostenidos por la piel
…Parece que es amor.
Se agita el compás
Se detiene el tiempo
Soledad compartida
Que entumece lo externo
Un mirar equivocado
A un celaje de locos
Un paso en falso
Tropezamos…
Nos atajó la lujuria,
Nos arrebataron los ojos…
Gastamos las horas
En artes oscuras
El sol nos calienta
Y la luna nos tienta
…Tan solo un par de figuras.
Sumergidos nos ven pasar
Visión de piedra caliza
Al subir a su péndola
De lejos los vemos llorar.
Florecen las raíces
Enredadas al mar
Ya acarician los remos
La corriente más incierta…
A dónde iremos a dar?
El signo se quedó atrás
Ha perdido su maleta…
Te siento en el horario
Que sin piedad me rasga
Tu beso está cerca
La impaciencia lo dilata
Llega la posesión
Se desprende mi designio
Busca refugio en tu latido
El alivio de tu dominio…
Tu canto bebe mi llanto
Mi aliento recorre tus paredes
Placeres masoquistas…
La carne con que me agredes.
La rama me besa la frente
Mientras te eriza la espalda
Rueda la inconsciencia…
Ahora el peso del céfiro
Me empuja hacia tu vientre.
Años encima nos miran
La delicia de nuestro desorden
Mientras brotan silenciosos
Lamentos de ámbar que aspiran
Con gotas de savia perennes…
Dejamos el rastro rojo
Bajo la sombra de anillos verdes.
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