1/3/09

Historias de Aire Cristalizado


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24/03/08


No sé a dónde vamos… pero voy…

Es tarde, o temprano no sé… el reloj marca las dos y cincuenta y tres, am… He salido a caminar, mi madre duerme en paz igual que todo a mi alrededor. Me acompaña una estrella, ha accedido a escucharme, y me ha dicho que te escriba, le hago caso… he escuchado que los astros son los seres más brillantes. Se hace llamar Kismet, y me ha contado que significa destino. Me he arrecostado a un árbol, ella todavía me acompaña, me ha dicho que guiará mi lápiz. Tiene un brillo particular, como una luz tenue, hermosa, y apenas me permite ver la hoja, pero por suerte he traído una vela. Le he dicho que no te la daré, y me ha dicho que no importa… dejo la tinta correr. Le confesé que estaba asustada, un tanto perdida también… le hablé de ti, de ti antes de ti… y de ti ahora. Comencé por el principio… como se debe hacer… le conté como empezaste siendo un extraño, luego un simple desconocido, luego un compañero… y como pasabas casi desapercibido en mi vida –y digo casi, porque había algo que siempre llamó mi atención de ti, como persona me refiero- … como pasabas casi desapercibido en mi vida… antes de que fueses mi amigo… y como conforme crecías en mí, te iba queriendo más. Le comente las cosas que me gustaban de ti, y que cuando empezamos a adentrarnos un poco, vi que eras diferente, y que fue eso lo que más me gustó. Le conté que me gustó tu corazón. Le conté cómo me hacías reír… y sonreí mientras se lo contaba, ella también sonrió. Como hacías que en esos días, en que solo quieres huir… una llamada, seguida de un par de sonrisas… me devolvían de nuevo la paz. Le hablé de tu música, de tus canciones, de tu voz y tu guitarra… me contó que también te ha escuchado, y que le ha gustado… Me pregunto si alguna vez le has cantado… no le pregunté, pero si mencionó que la has visto. Le conté también como me burlaba internamente de ti cuando aludías sufrir de amor por una mujer… hace un tiempo, aproximadamente en el trance de compañero a amigo creo, pero no era una burla malintencionada, simplemente me ocasionaba gracia… no sé, no te entendía… sigo sin hacerlo. También cuando hablábamos sobre “el amor” y yo te decía que creía nunca me iba a enamorar… vos me contradecías y me decías que te ibas a reír… me pregunto si llegará a convertirse en ironía… Luego le conté cuando te confesé mi “amor” hacia un hombre, y hacíamos burla de nuestros “desamores” jaja… después le conté como ahora me rio de aquel “amor”. Finalmente le describí tu figura, y como cambió la percepción de tu cuerpo en un pestañeo, y lo extraño que me parece… como pasaste de amigo a hombre… como pasamos de vernos, a mirarnos… de hablarnos, a besarnos… de abrazarnos, a sentirnos. Le mencioné como comenzó siendo una confusión para mí… bastante frustrante te confieso… Como empezó siendo un eco social, para pasar a ser un eco en mi cabeza, hasta terminar escapando en nuestras conversaciones. Le hablé de la semana pasada, del lugar, el momento y los momentos que cambiaron todo… de cómo la gravedad desapareció cuando dormí en tus piernas y tu guitarra me cantaba… le conté cuando te agredí, y luego me sentí muy mal… creíste que no lo iba hacer…lo sieento jaja.. Del tequila que compramos…inocentemente… y fue el culpable que te dio el coraje… un “te quiero” bastó para que me perdiera en tu piel. Y algo pasó, despertaste en mí… algo, un lado que no conocía mucho, y fui mujer. Había sido mujer de otros, para muchos y para pocos… había sido mujer, pues me veían mujer… más nunca me había sentido mujer. Le conté como te robaste mi niña… y ella se fue sin protestar. Como niña, temerosa e insegura, vislumbró la mano de la confianza, la tomó… y con ella partió. Nunca me había sentido tan segura intrusa en los brazos de otro hombre… que no fuera mi padre… Nunca una caricia había sido tan real, nunca una palabra sonado tan precisa, jamás un beso me había robado la cordura… nunca una noche me había empapado de pasión… nunca me había sentido tan humana, tan natural… Y fui tuya, y fuiste mío, y fuimos uno camuflado en dos… Le relaté cuando fuimos tres… tu y yo, y la luna… y como me sentí feliz. De cómo amo lo simple… de la simpleza de aquel momento y como no importaba nada. Pude sentirnos desprender… postrados en el suelo, tus piernas fueron mi almohada… aquel aire frío que te provoca inhalar, tus manos, tu calor… la luna nos miraba. Y por supuesto, la música… escuchábamos a Fito y a Charly, a Calamaro y a Sabina… y me ibas mostrando canciones, y no me cansaba de escuchar. Le conté también cuando te sentí distante… ciertas canciones te amurallaban… te alejabas, pero luego regresabas… me intrigaba, un poco incomodaba… pero no me importó, en ti confío, y no cuestiono tu interior. Le narré cómo te invadieron los nervios aquella noche, y cómo pensé que era lo más lindo que había visto, y cómo más te amé. Le hablé también del primero… del segundo, y del tercero… del fuego y de cómo mi cuerpo se elevó. En fin… le hablé de ti, de mí y de nosotros… y ella me escuchó. Me ha dicho que te escriba… aunque no lo vayas a leer. Escribiré que te quiero, que amo todo de ti… He aprendido a amar tus defectos, como amigo, en mi corazón hermano, y hoy… como hombre que me ayuda vivir. No se si me llegaré a enamorar… pero en eso prefiero no pensar, eres tú… y eso me da tranquilidad. Escribo que tengo miedo, no sé bien que quiero, que no estoy segura de mí… no me perdonaría herirte, y me aterra la idea de perderte. No sé bien a dónde y cómo vamos, ni a donde queremos ir… pero nada de eso me importa, mientras te tenga a ti. No espero nada, más que sigas ahí… me he acostumbrado a tu alma, y contigo quiero convivir… no importa el título, solo quiero tu actuación. Dos cosas te pido nada más, tan simples como tú, como yo… quiero tener para siempre… tu confianza y tu verdad. Ven navega conmigo, juntos podemos remar… dame la mano, ven a caminar… andemos al lado del camino, sin importar a donde vayamos a dar. El miedo siempre se vence, dejaré que lo atrape Kismet… Soy mujer compleja, que busca vivir en simpleza… a esta mujer no le queda más que seguir escribiéndole al viento… escribo palabras sin sentido, cuando dejo por ratos de soñar… Escribo, te escribo que no sé nada, aunque todo quiera saber… no se para donde vamos, en ti confío… contigo voy. Guíame, que yo te guiaré…




Te ama…

Tu filósofa francesa.




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04/05/08

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Te escribo sentada en el desierto, a veces juego a hablarte desde el mar, pero hoy me encuentro aquí, y no me recibe otro lugar… No me puedo quejar, pues te cuento que la vista no requiere alquiler de belleza…en lo absoluto, pero mis ojos se niegan a sostener los párpados, he quedado ciega… y sin embargo esa luz me encandila. El sol brilla en su máximo esplendor, yo sigo en las tinieblas… pero no te preocupes en exceso… la suerte aún me acompaña, creo que siempre lo ha hecho y tengo fe en que siempre lo hará… me acompaña y puedo ver el pequeño destello por la grieta. Pero que tan poco útil! La frustración me invade al saber que predomina la incertidumbre, maldita penumbra! Te he dicho adiós y he caminado hasta aquí, no sé cómo he llegado, menos como he de salir, más nada de eso me preocupa en realidad, tal vez debería de hacerlo… pero lo único que escriben mis pensamientos no lo puedo leer… ha de ser una ecuación, de esas que de niño nunca lograste comprender… ni siquiera conociendo la respuesta. Y a la diestra del igual…tú, ahí estás y no lo puedo entender, creo que necesito un maestro… te he dicho adiós, y me has despedido… por qué sigues aquí?? No te entiendo, y menos me entiendo a mi. El miedo se refugia en mi piel… lo sé, no lo he olvidado, aun persiste el recuerdo de tus palabras, de que no lo debo tener; y desde niña aprendí… creo que la soledad me obligó… a hacerlo a un lado de mi camino… al lado de mi lado, pues creo es preciso contarte que he aprendido a andar al lado del camino…si, como Fito jaja….Aunque vos no lo veas... aunque nadie lo vea.. nadie llega realmente, a conocer nuestra verdad... todos llevamos una vida clandestina por dentro.. la que no lleva nombre, ni disfraz… La que solo conversa con la conciencia…y de la que estamos orgullosos.. o nos hace el rostro bajar… Creo que eso es lo intrigante.. o excitante de creer en Dios.. alguien más conoce nuestra mierda. Bueno… y como dicen… el miedo es el veneno de los sueños…. Pero esta vez se ha envenenado mi piel y sigo en busca del antídoto. Y es que debes explicarme como no he de beber de la copa, cuando el aroma de un buen vino ha invadido tus sentidos? Como prevenir si será tu último sorbo… que no has bebido el liquido mortal? Hay algo en mí amor mío, algo dentro y no lo puedo expresar… si tan siquiera supiera como…. Nuestro tiempo juega al subibaja con la distancia.. a veces estas tan cerca y te siento tan distante… a veces tan lejos.. y creo poder inhalar la humedad de tu respirar…. A veces estoy, y solo quiero faltar. Quisiera poder dar voz a mis entrañas, poder gritarte el alma... Se que con frecuencia me oyes hablar…de mas…. Si me tuviera al frente me callaría! Tantas palabras… tan poca información, creo que me he acostumbrado a hablar y sin embargo… nunca aprendí a comunicarme. Como he de explicártelo mi corazón? Un desahogue artificial, podría acercarse… cobardía quizá… hay tanto dentro de mi… y tantas sogas en mi cuerpo. Pero al fin… un río de palabras solo harán eco en el mar y, las palabras siempre se las lleva el viento…(8).. Aunque me gusta pensar que de alguna forma me las vuelve a susurrar una hoja. Desearía poder decirte esto a los ojos, como cuando le hablaba a aquel amigo… pero hoy mis ojos miran, a un hombre que me incapacita… Y por eso te escribo, aunque sé que nunca llegara a tus pupilas… en el desierto no hay correo, y el viento me arrebatara tu carta, al recorrer el camino hasta ti… a nuestro oasis. Me has dicho que me amas y lo he correspondido… aun cuando duerme sobre mi silueta la duda… será éste diferente? Siempre supe que te amaba… desde que te comencé a amar… desde que te hiciste notar en mi vida. Emergiste del lago donde habías estado nadando, camuflado entre los corales… y te veía, mas no te diferenciaba. No puedo enmarcar el momento de tu metamorfosis, mas fue ahí… donde te empecé amar. Y mi amor siguió creciendo… tu transparencia, tu sensibilidad, tu ternura y tu pasión… todo esto amé. Amé tu seguridad, que me hacía sentir segura, amé tu sentido del humor… creo que eso fue lo primero que llegué amar! …tan único! Tan condescendiente! Tan feliz…. amé tu trato, tu moral y la forma en que dabas vida a tus valores… Tal vez nunca lo notaste… pero a menudo te observaba, como siempre en un rincón, acostumbraba observar a la gente interactuar entre intervalos de agujas… y observé tu convivir, y amé todo tu ser. Y después conviviste conmigo, me atrevo a decir con seguridad que lograste excavar un poco, rasguñaste la pared y de nuevo pude abandonar el disfraz un rato… en numerosas ocasiones reflejaste… había encontrado un espejo… me encontraste, sin yo andarte buscando… y sentí a Nana reencarnar... de nuevo pude hablar, y sentir que me escuchaban. A menudo me pregunto, no lo puedo evitar, si no es más que un espejismo. Te amé amigo, te amo. Y nunca me tembló la voz para decírtelo, me gustaba hacértelo saber, tal vez porque siempre quise poder hacerlo tan naturalmente con mis padres, a veces creo que debería intentarlo más a menudo… pero no sé, no ha de salir… es difícil, aunque no sé si me entiendas… no se que tan a menudo le expresas oralmente a tus padres que los amas… ojalá sea más seguido que yo. Pero a su vez pasa mucho por mi mente que de tanto decirlo, perderá su significado, su peso… nos acostumbramos tanto a las cosas, que las terminamos condenando… tan mortal como la bala de la indiferencia, tan invisible como la misma costumbre. Es como cuando escuchas esa canción, y te gusta tanto… y no puedes dejar de hacerlo… y le pones “repeat” y la escuchas, y la escuchas más, y te gusta sentir lo que estas escuchando, y volverlo a sentir… incluso cuando no ha de decir o significar nada… solo la sientes y te gusta no saber por qué… y la escuchas todo el día… y sales de la habitación y dejas sonando tu canción… regresas, y ahí está tu canción… y la vuelves a sentir, y te vuelves a emocionar… tal vez ya un poco menos… y luego entra una visita, que quizá solo oye tu canción, no como tú… la conversación abarca el espacio, se apodera del reloj y te consume… sigue sonando tu canción, la misma que escuchaste la primera vez… suena, pero ya no la escuchas. Espero que de verdad lo creas cuando te digo que te amo, espero no lo hayamos matado aún, espero todavía puedas verlo, que todavía sintamos la canción… así como me gusta pensar que tu “te amo” no es más que otro sonido de los millones que privilegiamos escuchar. No obstante creo que existe otro tipo de amor, si es que se le puede clasificar… sí, ese que sobrepasa la convivencia, y en definitiva… la razón. Ese que “todo lo puede”, el que nos desvela, el que nos lleva bordear la locura, y nos hace llorar y reír más que cualquier otra cosa… el que acorta la brecha del cielo al infierno en un parpadeo… el que nos hace SENTIR. El amor en la tinta de Neruda, Lorca, de Cervantes y Serrat, incluso el que se esconde entre los versos de Sabina… de los sueños azules de las niñas, o el fuego que alimenta el coraje de aquel caballero, el que regala al soldado la paz. Amor del que puede brotar vida, amor que lleva a matar. El amor que soplaba las velas de Odiseo, el que hacía a Penélope tejer, el que volvió loco a Da Vinci, el que perdió a Alfonsina en el mar. El de Adán y Eva, Romeo y Julieta, Gala y Dalí… eso que tanto se teme, pero que todos quieren probar. Tan abstracto como una pregunta… nadie puede asegurar su verdad, pero ciegos nos dejamos llevar. En fin… ese que con solo una mirada logra a un corazón domar. Sé que creo en ese amor, mas no sé si lo he llegado a conocer, creo haberlo sentido cerca…y sin embargo, no sé si lo quiera hacer. Sé que te amo, y amo a mi padre… pero te amo? Nunca se lo he dicho a nadie, y creo que nunca lo haré, a ti tampoco… pero constantemente me pregunto, y me siento mal al hacerlo… si lo que realmente me enamora -no lo que amo- de ti no eres tu… sino tu música. Desde pequeña me he preguntado qué es lo que tiene la música que me gusta tanto?? como de verdad saber.. que es?? Que putas tiene? Es como el mejor manipulador… A veces creo, que incluso me gusta más que a ti… pero eso es algo que nunca podrás ver, y no tiene importancia. El punto es que cerca de ti, estoy cerca de la música, y me atrae la música que puedes producir… me gusta tu música, mi música, su música, y la forma en que la sabes vivir. No quería darle campo a tales pensamientos, y he querido navegar… pero me has obligado a hacerlo, insistes en anclar… Segura estoy de que te amo, amigo… más no sé si quiera ser algo más… Ahora me encuentro entre dos cactus, uno en cada costado… te pierdo o me pierdo… creo que es mejor seguir adelante, no me quiero punzar. Parece que ya lo intentamos, fallamos… para qué dañarnos más? Sin embargo me es inevitable considerar la posibilidad de que seas tú quien me vaya saciar… andamos por la vida, toda una vida con sed… en busca de ese cactus, que solo por las espinas dejamos atrás. Se bien que no quieres un amor civilizado, con recibos y escenas del sofá… y todo lo demás, pero sigo sin explicarme por qué percibo… que percibes eso de mi… porque insistes en ponerle colillas al amor en tu cabeza? Por qué no solo te dejas sentir, vivir? Por qué te limitas por el mundo, por qué no puedes crear tu propio cuento, qué importa que vayan a decir? Creo que por eso Shrek es mi historia de Disney favorita… jaja… Tal vez no vivieron felices siempre… pero sí para siempre… y si no, al menos vivieron felices alguna vez… en el barro…… jaja. Quisiera poder expresarme, poder hacértelo saber, quisiera poder tener voz para decirte que yo solo quiero… morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres… no importa si eres ese amigo, al que amo como un hermano... o ese hombre que junto a la luna me quita el sueño… a veces el hambre… yo solo sé, que sin ti no puedo vivir.


Te ama…

Tu princesa de la comarca.




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09/06/08


Por ti daría la vida… pero no viviría por ti. Casi tres meses han pasado… y seguimos aquí, tengo todo menos certeza, mas no me atrasa… todo pasa, seguimos pasando páginas… escribiendo pasados… ya el futuro firmará, si te quiere trazar… o en el pasado llegarás a quedar… es solo cuestión de vivir. Hoy una vez más no puedo dormir, por lo que me he puesto a jugar con canciones… dejaba al azar dirigir, y me cantó esta canción… que me hizo recordarme a mí.. y también me hizo recordarte. No me descubrió pues ya me conocía, creo que fue mi padre quien nos presentó… pero podría decir que hoy me interesé más en ella… y hoy ella, hablaba de mí. Me hizo recordar cuando encontré entre rincones, pensamientos de papel… y escucharon mis ojos las ruinas de mis voces… y luego en cenizas al viento las grité. Siempre me gustó escribir… desde que descubría las letras dejaba impresas, esas palabras… que con la lengua no sabía decir.

Te contaré la historia de esta furtiva escritora… Nació por supuesto inspirada… del ejemplo de una poetisa, la misma que me enseño a leer. Mi abuela era una mujer particular… y ante mis ojos… excepcional. Le admiraba más que a nadie, todo le confiaba, su grandeza aspiraba… y sin embargo, ahora creo que ella me admiraba más a mí de lo que yo a ella… ese sentimiento no lo supera nada. Era maestra, y yo era su mejor alumna… confiaba tanto en mi y en mi capacidad, que a veces me sentía presionada. Disfrutaba enseñándome las cosas que estaban aprendiendo mis primos mayores… y se emocionaba con mis resultados, y al ver cómo me gustaba… Yo me emocionaba. Tenía gran sed de aprender… de conocer, nos gustaba la filosofía, y llamaba mi atención de manera especial cuando me hablaba de cosas extrañas, excéntricas o difíciles de entender… para mí, llamativas. Como niña… ingenua y muy curiosa… la sed se reflejaba en mi mirar, y ella… mi fuente, mi ventana al mundo, quien me hacía reflexionar… Relataba historias de su vivir, de su niñez y “aquellas épocas” cuando la vida era más… llevadera. Yo hacía películas en mi mente tratando de figurarme en una Costa Rica de cafetales, de enormes vestidos, sombreros floreados… de carretas, bueyes y caballos… familias numerosas, largos corredores, de casas tejadas... antiguos paisajes. Que el mayor temor fuera el Cadejos, la Zegua, la Llorona…o la sala de los suegros. Podrían parecer tardes aburridas sin televisión, juegos de video o computación… pero creo poder asegurar que entretenían más las horas en el río, o el juego de escondidas en aquel cafetal… Pero lo que más me gustaba, eran las historias de amores a escondidas, cartas clandestinas, citas en el parque… y por supuesto, las conquistas con serenatas en las ventanas y balcones. A veces pienso que nací en la época equivocada, tal vez por eso me gusten tanto las “cosas viejas”. En fin… ella me contaba, y yo osaba a escuchar. Una vez que las palabras en tinta ya no me eran tan extrañas, y fluía en mis ojos la lectura, comenzamos por leer sus obras, y también otras obras… la poesía brotaba y con fogosidad me empapaba… y luego, comenzamos a escribir. Nos sentábamos a regar tinta, a pintar versos y construir historias… yo daba vida al mar, la arena, el viento la lluvia, al cielo, la luna y las estrellas… ella hablaba del amor, la familia, la justicia y la guerra… y también hablaba de mi, y yo de ella. Yo escribía… pero solo para ella, le había condicionado… escribiría y ella leería, pero solo si de sus ojos no pasaba… me gustaba que fuera nuestro secreto; además, en pocas ocasiones había intentado mostrar mis melodiosos párrafos o ideas horizontales a otras personas, y no era que había tenido una respuesta indeseable… simplemente un “que lindoo” me incomodaba… sentía que no lo apreciaban, lo leían pero no lo escuchaban, no realmente… sus rutinas les consumía demasiado tiempo como para perderlo en… poesía. Ella en cambio, me escuchaba, me criticaba… me leía. Para ella mis reflexiones “poco comunes” no eran extrañas… para ella eran necesarias, y naturales de una mente “sana”… como pocas hay, todas las demás… estaban sedadas. Pasaron los años, y mi abuela enfermó… y la poesía en su mirar, se había convertido en amargura. Experimentaba mucho dolor, y poco a poco se rendía… yo no lo entendía… me dolía, y cada vez que la escuchaba quejarse, con ella mi llama disminuía… Ya no salía a ver los árboles, ya no inhalaba, solo respiraba… ya no escuchaba el pájaro cantar, ya hasta el sol le molestaba. Solo la miraba sonreír cuando llegaba bailando o cantando… o contándole algo “emocionante” que me había pasado en el día… “mi princesita”, mi “mi pequeña monita”… así me llamaba, mientras me pedía un poco de energía que según ella, me sobraba. También sonreía cuando le llevaban a mi hermano, aquel cuerpito de cuatro meses le trastornaba, y me punzaba el alma ver su frustración al no poder cargarlo y “chinearlo” como hizo con todos los demás. La enfermedad avanzó con relativa rapidez, y aunque luchó y la venció por mucho más tiempo del que habían publicado los doctores… no podía luchar con su destino, su hora le llamaba… Se iba apoderando de su cuerpo, y cada amanecer la debilitaba, ya ni siquiera soportaba el ruido, ya no saboreaba… había muerto y su desgastado cuerpo a la vida la amarraba. No podía soportar verla en aquel estado, en mi mente no calzaba… no ella. Era extraño entrar a su cuarto y quedarme callada… no quería causarle molestias, por lo que intentaba no hablar… a veces le cantaba suavemente, y sonreía… pero ya no sabía si realmente le gustaba; yo solo me sentaba a su lado y le miraba, pasaba un cepillo por su suaves y finos cabellos mientras una voz interna me consolaba… “ahorita sana… tiempo” jamás daba espacio a un pensamiento de su ausencia en mi cabeza, “no era posible” pensaba. Quizá la parte más difícil fue cuando comenzó con los comentarios de “preparación”… “cuando yo me muera…” no lo soportaba! Me enojaba y le decía que callara… le regañaba. Ella debía viajar, y yo la tenía que dejar… ya no era más de aquí, ya no pertenecía a mí. Finalmente embarcó. De una cosa me arrepiento, el día en que se iba, le robé su paz… mi egoísmo gritó, y ella se devolvió; desde ese día, ya no me aferro a la vida…algún día hablarán de mi, y dirán.. solo transitaba. No sé bien qué pasó con sus escritos, creo que algunos los tiene mi prima… otros se los tragó mi fuego.. que idiota… desearía poder leerlos una vez más… sin embargo los míos, en ella se quedaron. Después de su muerte dejé de escribir, le escribí quizá un par de versos negros y al lápiz abandoné. Un tiempo después comencé a escribir de nuevo, pero me acostumbré a que apenas terminaba, inmediatamente lo quemaba… y eso fue lo que te empecé a contar…

No hace mucho me puse a “limpiar papeles”… cuadernos viejos, hojas de estudio… a botar lo que no servía… y poco a poco fui encontrando entre polvo.. poemas, canciones y pensamientos, que desde ella no leía. Los leí, los volví a leer… y entre gotas de sal al rojo regalé. Creo que ya me he extendido demasiado… el punto es que, mientras escuchaba la canción, me di cuenta que ya no quemaba todo lo que escribía… después de ti, he vuelto a escribir sin cenizas. Siempre me he sentido, no se… como fuera de lugar, y está bien… pero a veces es un poco solitario… Y contigo, sigo estando fuera de lugar… pero vienes de vez en cuando a acompañarme… y eso es suficiente para quedarme aquí. Te confieso que me es inevitable..y me asusta.. pensar, que tal vez todo sea mentira… que seas mentira, o que no solo seas mi verdad... que a otras también acompañes, y mi compañía sea una más… quizá es eso lo que más me molesta, no tanto los otros viajes… sino que el mío lo veas igual. Te puedo asegurar que no lo es… y ahorita jamás lo verás.. estás muy vendado, y yo muy oculta… pero sólo tú solo y el tiempo podrán decidir si me llegarás o no a encontrar. Sin embargo aún vendado… me puedes venir a sentir, me conformo con que hagas feliz a la parte que tienes de mí. No sé bien que va pasar, ni en que llegaremos a quedar… y aunque me has hecho sangrar, y creo que yo también a ti… y aunque te he querido borrar, hay algo en ti, algo en mi… que mantiene viva mi fe. Creo en ti, y en lo que me haces sentir… somos todo menos perfectos, y eso es lo que nos hace reales… te quiero así. No importará la lluvia, mientras me sigas haciendo feliz. A pesar de todo, tú me haces vivir…



Te ama…

Tu Pobre Diabla.

“Aunque soy un pobre diablo

Casi siempre digo la verdad

Como fuego abrasador

Siempre quise ser el que no soy

No transcurre el tiempo junto a ti

No existe el reloj

No tiene sentido entre tú y yo

Aunque soy un pobre diablo

Se despierta el día y hecho andar

Invencible de moral

Qué difícil es buscar la paz

Convivir venciendo a los demás

Nuestra sociedad

Es un gran proyecto para el mal

Dejo sangre en el papel

Y todo lo que escribo al día siguiente rompería

Si no fuera porque creo en ti

A pesar de todo tu me haces vivir

Me haces escribir dejando el rastro de mi alma

Y cada verso es un

Girón de piel

Soy un corazón tendido al sol

Aunque soy un pobre diablo

Se solo tres cosas nada mas

Se con quien no debo andar

También sé guardar fidelidad

Se quien son amigos de verdad

Se bien donde están

Nunca piden nada y siempre dan

Dejo sangre en el papel

Y todo lo que escribo al día siguiente rompería

Si no fuera porque creo en ti

A pesar de todo tu me haces vivir

Me haces escribir dejando el rastro de mi alma

Y cada verso es

Un girón de piel

Soy un corazón tendido al sol

Soy un corazón tendido al sol…”


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06/07/08


Sangras… empapas de rojo los ojos, y quiero hacer que se detenga. Me deteriora el verte sufrir. Sé que lloras en silencio, nadie lo nota… al igual que yo, sabes esconderte. Pero también sabes que no de mi… que siempre te encuentro, sin tener que buscarte. Me has hecho un pequeño prologo de tus tormentos… pero no los has desnudado… Y es peor… me has dejado con la duda, me has confirmado que cargas con lanzas, que las enterraron en tu espalda…. pero la has cubierto, y no me has dicho donde, ni cómo sacarlas…

Te has ido a la guerra, estas cansado, el General ha muerto, y han invadido el campamento… estas perdido. Camina, solo un esfuerzo más, al otro lado del río, está la central… Levántate mi soldado, ya siento escuchar las hojas, acelera el paso, falta poco… verás el toldo blanco, me verás… aquí te espero, angustiada.

Quiero oírte gritar, que te purgues, quiero que vomites, algo… que te pueda aliviar. No me importa si me tengo que sentar hasta que el reloj renueve su ciclo, solo a escucharte, a que me grites, me ensordes y me empapes de sal…

Y en esas noches, donde todo es más negro… donde nadie te abraza, sólo el frío que quema, donde realmente sientes… la gravedad. Esas noches que te cobran lo no compraste en el día… que te gritan “inútil”, “cobarde” y torturan con el deseo, de ser algo más, que vos… Noches de insomnio, sobrias, de soledad… que hacen sudar, porque no puedes dormirte… y sólo lo quieres, para nunca despertar. En esas noches, que sé te visitan… sal a la ventana, busca a Kismet, ella será la luz que aliviará tu oscuridad… tu soledad. Pero sobretodo… te salvará de ti mismo. Háblale, ella te escuchará… y quizá después de contarle, te dirá que me llames… estaré dormida, consumida en las tinieblas, ojalá… sonriendo a mi visión. Tu llamada me arrebatará del sueño, vuelta en vida… mi voz te escuchará, desde otro lugar… te haré compañía.

Quizá no pueda dibujarte un mapa con respuestas… pero puedo atenderte cuando te ha herido una piedra… y sigas tu camino hasta encontrar su destino. Sé que guardas tanto adentro, y las llagas están muy profundo… pero todo eso te está carcomiendo, y cada minuto, es un gusano más. No temas en limpiarte… es solo sacudir, nada más… Nadie va a juzgarte, y sabes que este cuerpo que te mira inocente, tu desorden a su tumba llevará.

Cuéntame, déjame ayudarte a cargar el dolor… mi hombro espera, solo debes tocarlo. Háblame, grítame, llórame… cae, que yo te sostendré… solo quiero que revivas, que te muevas, que escupas… que te salgas de ti… por ti. No me importa el tipo, ni de dónde viene el polvo… yo sólo quiero ayudarte a sacudir.

Recuerda mi voz… mi canto en tus sueños… ya estás cerca, la guerra está por acabar… Recuerda, que llevas tu guitarra, que nunca me dejó de cantar… Recuerda que escucho tu canto, desde lejos la escucho cantar… tu voz me nombra, mientras tu guitarra, se viste de radar… Recuerda, guardo la gasa, que espera por tu herida… tengo fe, en que pronto llegarás.




Te ama…

Tu enfermera de Vietnam.


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14/09/08


Que pasa contigo que no puedes leerme? Solías hacerlo tan bien… o al menos eso pensaba. Creo que si puedes, pero te niegas hacerlo… te niegas desde que solo te interesa la lectura de tu propia mente. Deja un poco el egoísmo… piensa en este corazón, que a pesar de todo, te quiere… y mientras vivas en ti, siempre te querrá. He decidido callar… ya no voy mas a explicarme, cada quien con lo suyo, cada uno se entiende… por favor, no lo alimentes más, no insistas en doblarme. Cuando aprenderás a escribir el punto y aparte?...y una buena introducción. Sabes, que ambos tenemos presente… quien no comprende una mirada, jamás comprenderá una explicación… mírame, alguien te dice adiós, alguien quiere reencontrarte… Si bien es cierto, ya en este centro no se te mira igual… bajo has caído, y un poco expuesto al vacío estás, siempre aquí dentro… tendrás por donde escalar, incluso mi mano te puedo prestar. Estas un poco borroso y por ratos cierro los ojos… siempre con la esperanza de un claro despertar. Ha llegado mi hora, y hasta me ha cogido tarde, el destino me hala los vestidos, mis alas ya buscan desplegarse… tengo ansias de cielo, ya debo volar… y en este aire, solo uno de los dos flotará… siempre puedo ir a visitarte. Soy con frecuencia un extraño en mi cuerpo, no logro descifrarme… puede que la respuesta sea que realmente no lo quiera, o me asusta el acertijo y lo que me llegará a solfear el orden… por eso prefiero cantar sin el Sol y sin el Fa… confío, en la hermosa melodía que cada alba adornará. A veces rio, a veces lloro… a veces solo me voy a algún lugar; a veces huyo de mi peor enemigo, que al espejo me ha de esperar… mirada fija, cruda condena, y el escalofrío que un abrazó inhibirá, ven abrázame… nada más. Me duermo para olvidarlo, y la nueva luz lo ha transformado… mi mejor amiga, ahora me mirará. Que muñeca tan compleja, con ella no quiero jugar… sin embargo es mi favorita, además la más hermosa, y la que me ha comprado Papá. Soy un desastre y es difícil convivir, las voces se cazan para comer…los oídos les regalan ojos que escuchan, y los ojos oídos que aprendieron a mirar… que difícil convivir contigo, pero más, más difícil aun, cuando a diario he de convivir conmigo… especialmente, cuando se transita en soledad. Así… me vas a querer acompañar? Tus manos me gritan que no… que mal. Hay algo que me inquieta un poco… me hace sentir un poco culpable, evidente es que me quejo mucho de ti, pero de tus “faltas” soy un tanto responsable. Me he encargado de regalarte una imagen de mi, de la real un tanto distante… te he asustado, y con consciencia, no me he esforzado mucho.. para relajarte. Pero de todas formas, era necesario… tal vez nunca lo entiendas, pero debía probarte, antes jamás lo hubiera pensado… creía que no, pero me has corregido.. vives tan inseguro, y yo necesitaba asegurarme…. Has reprobado, pero en el camino me he examinado, hoy conozco un poco mas de mi… sigo escondida, puedes jugar a encontrarme. Ya no apuesto por ti, solo hay monedas en el aire… hoy solo quiero jugar, si quieres puedes acompañarme, siéntate a mi lado, juntos podemos ver el humo bailar… eso sí, tu juegas con tus fichas y yo con las mías… compartiremos la partida, pero la recompensa ya no es nuestra… se divide entre dos partes. Podrás sentir que has ganado… o quizá todo lo perdiste, pero agua no te faltará, y las hojas siempre volverán, bien sabes que te amo… mientras sonrías conmigo, siempre reirás al final…



Te adora…

Tu Bella Idiota.

Quiero sentirte…

Pero ya no puedes tocarme.

Quiero escucharte…

Pero tus canciones de amor, no deben nombrarme.

Quiero besarte…

Pero solo tu frente deberá rozarme.

Quiero reírte…

Sin tener que luego llorarte.

Quiero conocerte…

Sin que algo deba enmascararte.

Quiero que me mientas…

Con la voz de la verdad.

Quiero que me cuentes de la aventura de anoche…

Y así poder aconsejarte, o tan solo molestarte.

Quiero contarte del bobo que quiso besarme…

Y que de él puedas burlarte, quizá de otro advertirme.

Quiero que seas tú, conmigo

Quiero ser yo, contigo

Seremos los seres más leales…

Seré fiel a ti, mientras otro mi cama comparte.

Quiero ser tu amiga, tú mi persona…

Que vayamos juntos a todas partes,

Aunque lejos, muy lejos estemos…

El espacio no podrá distanciarte.

Tener un puerto en cada lugar…

Despedirnos, quedando unidos en el arte.

Iremos dejando huellas…

Siempre viendo hacia delante.

Dame tu mano, siente la mía

Sintamos el vibrar de un nuevo día…

Compartiremos todo, menos la almohada

Y el título que me lleva, que te lleva a amarrarte…

Dame señales de vida, dime que aún existes…

Sal, déjame encontrarte

Sabes que por siempre…

En tu corazón, en tu mente

Mientras lo quieras, seré tu amada…

Y también tu amante.




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12/10/08


Anoche estuve sin aire tanto tiempo, que no sé si podré volver a respirarte. Es extraño volver a sentir tu piel tan cerca… pero aún más extraño no saber si la quiera tener. Cada caricia, cada mirada tuya, me envuelve en llamas, me ahoga… arde más que sumergirse en el corazón del infierno. Lo peor de todo es esta maldita indecisión… un NO cubre casi todo mi cuerpo, pero siempre hay algo que me hace volver a ti… Tus manos me amarran como raíces en tierra fértil, tus ojos me ciegan, y tu canto una vez más… me hace creerte. Pero no hay confianza. Te sigo sin voluntad, camino… hipnotizada. Es como ser guiada en el mar… por un ciego, que no sabe nadar… y poco a poco nos vamos ahogando, no siempre podremos flotar, ya la sal empieza a secarnos. Quiero nadar en otras olas, otras playas visitar… mi sirena me pide a gritos, que la deje escapar… Pero no puedo dejarte aquí, no puedo ver como solo te ahogas… y tú no me dejas llevarte… Por qué le temes tanto a la orilla? Yo siempre te puedo ir a visitar… solo deberás llamarme.

Te cuelas en mis entrañas, enredas los pensamientos y te robas la razón. No te creo… pero tengo fe en ti. Es la peor de las condenas; te tortura, pero no te mata… Solo queda la esperanza que en un descuido, me logre suicidar. Y tú eres el peor de los verdugos, conoces la herida y te concentras en ella… no te cansas de abrirla. Me hostiga el látigo de la pasión, empiezo a sangrar, quema… y no puedo gritar. Tus ojos comienzan a desnudarme, tus pasos me hacen temblar, tu voz me ensordece, y tus besos… tus besos me cortan la carne mientras tus manos buscan refugio en mi cintura, y se pasean de norte a sur sin preguntar…

Sin embargo, el peor martirio vuela en el aire… se escurre tan bien, que no es siquiera previsible… solo ataca. Me asfixia, pero de nuevo… no me mata. Ya no quiero que el viento cargue tus mensajes, no quiero sus susurros, choco con él cuando quiero volar… y caigo sin saber aterrizar. Ya no sé si respiro mentiras o inhalo verdades… ya no huelo, ya no tengo radar. Cada palabra tuya agrede, cada canción ofende… cada “perdón”, cada “te quiero”, cada “te amo”, cada mirada, cada mirada… cada expresión tuya, entumece la mía. Mátame de una vez, déjame descansar.

A veces te observo, intento evadirlo y lo hago… pero a veces no lo puedo evitar… Te he visto solo, en ocasiones rodeado de gente, pero estás solo. Tendido en el suelo, tranquilo, relajado… como me gusta verte. Tan presente y tan ausente… estás, sin excusarte. Tu cuerpo yace perezoso, tu pelo enmarañado cae ligero, y te parte la mirada… tú solo inhalas profundo, y exhalas pintando de gris al aire. Observas el humo perderse, y te quieres perder con él… Miles de pensamientos te visitan de pasada, hacen fila para la foto, se empujan… “..humo… aquí…voy… allá… ellos… vengo… ese… yo… hoy… más tarde… mañana… no se… hambre… ayer… sueño… pereza… que risa… que buena… pum, pum, pum… aquel… que idiota… la pieza, anoche… aquella… que rica… la otra… el libro… el examen… que picha… la calle… uy!... mami… el bus… el taxi… Abby… mi casa… la otra… papi… el aire… fuego… la canción… que se callen…. ella, ella, ella…”…todo se ensorda. No piensas en nada y piensas… en mi… se te encoge la mirada. Qué bueno… que bueno cuando te hacía sonreír. Sientes el frío, tu cigarro se ha apagado, lo tiras, y te apresuras a encender otro. Tus ojos fijos… al piso, no ves nada. De repente subes el rostro, me ha encontrado tu mirada… me miras, por dentro escapa… una sonrisa disimulada. Me miras con esa mirada gastada, que fácil podría retratarme… Te atrapa mi silueta, su movimiento… camino lento… mi cabello ondulado, cae, y baila enredado por el viento… mientras pienso en todo y en nada, todo al mismo tiempo. Te miro, finjo que no te veo… sabes que miento. Sonrío a medias… a escondidas… quito la mirada, reconoces mi ojos grandes, tristes… tu sonrisa desaparece.. sigo mi camino. Como dos desconocidos. Como dos locos. Como dos ciegos. Como dos heridos… Otras veces me has visto con prisa, apurada por la aguja… mi presencia efímera te enloquece. Y te quedas en la espera… pero solo llega a tu puerta el recuerdo… ya no detengo el paso en seco, ya no me desvío, ya no le robo minutos al tiempo… solo para saludarte, para abrazarte, para besarte la frente, para reírte, para saberte… para escribirte en mi día. Avanzo rápido, me pierdes de vista, me esfumo en mi camino. Como cambian las cosas, como juguetea la vida…

Regreso al día de ayer… no todo fue asfixia, la mayor parte del tiempo, me sentí más feliz de lo normal… Dos mujeres, dos corazones que delinean parte importante de cómo se ve tu dibujo hoy, en mi. Los encuentros han sido pocos… pero su presencia inolvidable. En definitiva, de esas personas que tienen tu “algo”… que una vez que entran, se quedan en ti, sin necesidad de razón… no pagaron tiquete de entrada, y a menos que mueran en vida… no tienen cupón de salida. A tu madre y a Aby se les olvidó pagar por entrar…

Nunca he sido de regalos excéntricos, menos costosos.. en mi opinión la mayoría, un poco impersonales. Pero me gustan los detalles… esas pequeñas cosas que se ajustan a la medida. No se… me gusta mucho cuando logro regalar algo que realmente calza en una persona, cuando es parte de su paisaje, lo adorna… ver esa sonrisa, sabes que realmente le ha gustado… no se necesitan palabras, esa sonrisa lo dice todo. Creo que los mejores regalos que me han dado… jaja han sido los más baratos. Me gusta sonreír así.

El punto es, que no fue muy difícil que me naciera buscar un regalo para tu madre, y aunque es difícil escoger un color que no desentone, cuando solo has visto parte del paisaje… intentas buscar uno que te agrade, y que se vea bien con la sección conocida… ya verás si al pintor le gusta. No sabes lo feliz que me hizo ver a tu madre sonreír, nada me aseguraba que realmente le había gustado el regalo, pero ella tiene esa mirada cálida… que de verdad sientes, como si asomara serenamente el corazón; por supuesto, eso bastó. No sé si has notado la particularidad en la forma de hablar y expresarse de ella, tal vez estés acostumbrado… pero yo no… esa sensibilidad me paraliza; es como hablar con un desconocido, y no hay incomodidad… y no quieres dejar de conversar… sientes la tibieza. Quizá no deba decir esto, quizá esté fuera de lugar, pues realmente ignoro lo que hay detrás del telón… pero hay cierta intriga, e igual nunca lo leerás… no entiendo, en qué pensaba tu papá.

No sé si el destino nos llegará, realmente, a separar del todo… pero sé que si sucede, independientemente de lo que haya pasado… me gustaría en unos años poder escuchar alguna voz relatándome con seguridad, que se encuentra bien, que está feliz… ese momento, me hará sonreír.

Pero realmente lo que hizo mi noche, fue esa criatura, que verdaderamente… me derrite. En general me gustan los bebés, bastante se podría decir… pero ella definitivamente es especial, sobresale en mí. Esos ojitos que hablan, que irradian esa inocencia… y al mismo tiempo esa mirada pícara te intimida y te vence… te vuelves impotente. Como negarse a esa vocecita y al encanto de su actuar? Y al interior de esos risos rebeldes, una mente que en definitiva te provoca leer… un misterio, una capacidad increíble para manipular, y a su vez… una dulzura irresistible. Esa pureza… esa sonrisa que no finge, que solo se escapa… y esa risa que empapa. Pero nada supera el sentimiento de tenerla dormida sobre tu cuerpo… saber que confía en ti… saber que cargas algo tan indefenso, y de nuevo, tan puro... Sentir esa tibieza, su respiración blanda, su despacio palpitar, soñando… esa paz. Te hace sentir tan protegido y al mismo tiempo te debilita como solo lo puede hacer… el olor de un bebé.



Realmente disfruto cuando la tengo al frente, y debo aceptar… lo siento, jaja que de cierta forma su presencia hizo que me olvidara un poco de la tuya… o por lo menos te opaca bastante jaja. De verdad me gustaría verla crecer, pero… eso solo lo decide el destino, y agradezco y me hace feliz haberla conocido… aunque sí me atemoriza pensar si llegará el día en que sepa que quizá nunca la vuelva a ver. He escogido no pensar…

Creo que una vez más me he extendido demasiado por hoy… mañana hay examen y se supone que a esta hora ya debería haber terminado de estudiar… como no es de extrañar, no llevo ni un cuarto de la materia. Pero necesitaba escribirte, necesitaba hablar contigo… Esta noche definitivamente mi mente no respira con normalidad, la falta de aire me ha dejado sin respuestas. Quizá no tuve que haber ido a tu casa, quizá no tuve que haberlas visto, o quizá simplemente… no tuve que haber subido a tu cuarto. Quiero irme, quiero irme lejos de aquí por un tiempo, no por ti… por mí, en general. Siento que lo necesito. Pero no quiero hacerlo con algún motivo de cobardía implícito por algún lado… quiero hacerlo hasta estar segura de que realmente lo quiero, que no huyo de nada, de nadie, que nada me obliga, nada me detiene… que solo me voy. Y de cierta forma siento que parte de mi huye de ti. No sé si te quiero tener cerca, no sé si quiera tener a nadie tan cerca… no sé qué eres, no sé quién eres, no sé que quiero de ti, y en definitiva… no sé qué quieres de mi. Hoy no soy, hoy no se… mejor me voy. Iré a estudiar, a intentar, tal vez a pintar… tal vez dormiré, tal vez en unas horas no despertaré. Tal vez al amanecer, seré…


Te ama…

Tu chica de ojos tristes.


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20/12/08


He despertado, finalmente camino despierta. Que sueño tan largo, tan consciente… llegué a pensar que jamás iba despertar. Que pesadilla tan extraña… como esforzada por no serlo.

Ya había amanecido… mis ojos se abrieron lentamente, como tenebrosos de la luz. Desperté ligera, podría jurar que casi levitaba. Vestía de blanco. Me sentí viva, limpia, un poco desubicada… sabía que era mi cama, pero no sabía dónde estaba. Mi cuerpo… creo que nunca lo había sentido tan… sano. Solo había algo extraño… algo me punzaba a un costado, bajé la mirada y vi que sangraba. Al moverme escuche un sonido, fue cuando vi que majaba algo. Lo tomé, eran cartas, cartas manchadas…

Sabía que había soñado, pero no recordaba qué. Comencé a leer… y fue cuando lo recordé todo. Mi cuerpo dormido había escrito en vida, lo que mi mente vivía en un sueño. Ojalá hiciera eso con todos mis sueños, me es muy difícil recordarlos. Que sueño tan extraño…

Finalmente había muerto. Una parte de mi lo extrañaría. Pero no estaba triste… él vivía en mis tinieblas, y estaba bien… me hacía compañía, me gustaba viajar ahí a veces, soñar… Pero yo era de otro lugar, debía regresar a la vida, y el no podía despertar… ahí no podía respirar, un hombre no lo dejaría. Tenía que morir… o se iba él o me iría yo. Me amarraba al dormir, y yo necesitaba libertad. Ayer pude respirar, viva… la noche anterior decidió dejarme ir… Despertamos juntos, y al pisar la vida… se fue, sin decir adiós. Fue asesinado, por un hombre que alquilaba su cuerpo, por una imagen… una carne. No me pude despedir. Cuando terminé de leer miré a mi lado… ahí estaba, acostado en mi cama, muerto, sin mirada, sin movimiento, sin palpitar, sin aliento… Le miré por unos segundos, una gota de sal calló sobre su mejilla, la besé, estaba fría… me levanté, y me fui. Caminé, y noté que ya no sangraba… había una cicatriz. Ayer murió… desde ayer camino, he partido para no regresar. Llevo casi dos días caminando, y el viento me ha hecho volar, cuando se cansa… floto. Me he arrecostado a una piedra para descansar… escribo, viva. Hoy es mi cumpleaños, ayer ha muerto alguien, hoy he vuelto a nacer… Hoy camino, camino al lado del destino, camino con rumbo desconocido… camino sin pisar. Camino… estiro los labios al cielo, respiro. Camino en libertad…




Mujer que camina…












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